El 13 de noviembre de 1992 desaparecieron Míriam, Toñi y Desirée y el 27 de enero de 1993 encontraron sus cuerpos. Antonio Anglès, asesino de las tres niñas de Alcàsser emprendió desde entonces y hasta hoy una huida que Equipo de Investigación reconstruyó con diferentes testigos en un programa de 2018 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.

Mientras trataba de escapar de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Antonio Anglès vivió en una estación abandonada donde había otras familias a las que ocultó su verdadera identidad.

"Él nos decía que si iba por allí la Policía dijéramos que solo vivíamos dos familias gitanas. Contaba que se escapó de un permiso de la cárcel, pero que solo le quedaban tres meses de prisión. Le decíamos que se presentara, que no le quedaba nada de tiempo", relata Juana ante las cámaras del programa.

"Él no quería volver a la cárcel y explicaba que estaba seguro de que la Policía no le iba a coger porque se iba a disfrazar de abuela y no le pillarían", añade.

Juana recuerda que una noche Antonio Anglés, que decía llamarse Rubén, le pidió que le hiciera "un vaso de leche con galletas". Había teñido su pelo rubio para "cambiar de look". "Iba armado, vi el arma y me mosqueé. Me dio 10.000 pesetas para que fuera a llamar a su hermano porque era urgente que estuviera con él. Le dije que llamaba a su hermano, pero le pregunté por qué llevaba tanto dinero encima y respondió que se lo había sacado su madre", explica.

En ese momento, la mujer decidió delatarlo: "Cogí y me fui a la Policía, me preguntaron cómo era y dijeron que había matado a las tres niñas de Alcàsser".

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de 2018 que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.