La margarina es, en su mayoría, aceite de girasol. Lleva, ni más ni menos, que un 70%. Por ello, no solo la crisis de abastecimiento afecta a este producto, sino también a los postres tradicionales que la llevan, como la tarta de Santiago.

Y es que la escasez de aceite de girasol cambiará también la receta de este postre. Portomarín, una localidad de 1.500 habitantes de Lugo, recibe cada año a 100.000 peregrinos de todos los rincones del mundo, y en una fábrica de la localidad elaboran 5.000 tartas de Santiago al día. En este vídeo, Ángel Carro, gerente de la fábrica de tartas, explica por qué aceites van a apostar ante la escasez del de girasol.