El texto firmado por el Partido Socialista y Junts Per Catalunya ha dado lugar a diversas interpretaciones por parte de Santos Cerdán y Carles Puigdemont. Por ejemplo, uno de los primeros puntos de desacuerdo es su explicación sobre si el acuerdo alcanzará toda la legislatura. El socialista afirma que "hemos hablado de darle estabilidad a la legislatura de cuatro años", mientras que el soberanista no duda en declarar que "sin acuerdos y sin el cumplimiento la legislatura no tiene ningún recorrido".

Cerdán y Puigdemont también han diferido en cuanto a si el pacto supone un cambio en las relaciones entre las partes del conflicto catalán. Para Cerdán, el PSOE "está preparado para abrir una nueva etapa en la que las dificultades del pasado no sean un obstaculo". Por su parte, Puigdemont afirma que no han tenido que pedir perdón, ni pasar página y han mantenido su posición.

Esta divergencia de opiniones llega incluso a la satisfacción por el pacto alcanzado. Mientras que Cerdán transmite que están contentos por el acuerdo, Puigdemont considera que "no tienen nada más que celebrar que la puesta en marcha de un proceso de negociación", algo que, como indica el soberanista, llevan reclamando más de seis años.

Wyoming, irónico, afirma que estas discusiones son más similares a las que tendría una pareja que lleva casada más de 60 años y por eso considera que esto, más que terminar en una legislatura, "acaba en boda".