En la semana del 8M, El Intermedio se acerca a la realidad de las empleadas de hogar. Un sector al que pertenecen más de 630.000 mujeres en España de las que casi la mitad son extranjeras y que desempeñan una de las labores más precarias en cuanto a remuneración, condiciones y derechos laborales básicos.

Rafaela Pimentel, empleada de hogar dominicana en nuestro país, cuenta en el programa las condiciones en las que tienen que trabajar y las labores que realizan que van desde cuidar personas mayores, a niños, a hacer todas las tareas de la casa: planchar, lavar, cocinar... "Nosotras creemos que son tareas que si no las hacemos, mucha gente no podría salir a trabajar", comenta.

Una labor que no está reconocida ya que "ahora mismo hay muchísimos salarios por debajo de los 950 euros que están estipulados porque aquí hay una negociación personal y depende de si tú necesitas el trabajo o la gente quiera incumplir". "Abusos" que hacen que la situación que vivien en este sector sea "muy complicada".

Una situación que es aún más precaria en el caso de las trabajadoras internas, es decir, las que vivien en el domicilio en el que trabajan. "Nosotras nos hemos llegado a encontrar trabajadoras de hogar internas donde les pagan 400 y 500 euros", explica. No sólo eso, además, no tienen vacaciones.

"Hay empleadores que te dicen 'pero bueno, yo le he dado vacaciones a usted. Me la he llevado a Benidorm o a otro país, la he comprado un billete y me la he llevado de vacaciones", relata Pimentel. "Las vacaciones son un momento de descanso y de descanso pagado", señala.

Otro momento destacado

Otro testimonio ha sido el de la mariscadora Pupe Jueguen que denuncia en El Intermedio la precariedad laboral y salarial que sufren las hasta 300.000 mujeres que se dedican al marisqueo en España. "Somos invisibles para la sociedad", asegura.