Justo cuando se cumplen veinte años del estallido de la guerra de Irak, Andrea Ropero ha podido conversar con Fernando Tello, uno de los militares españoles que estuvieron destinados en ese conflicto. Recuerda que aquella misión se afrontó como "una más de ayuda humanitaria y reconstrucción" aunque asegura que "de lo que fuimos a lo que pasó fue un mundo diferente".
"A los diez días de llegar allí empezaron los ataques directos a nuestra base y allí nos dimos cuenta de que no era a lo que nos habían contado que íbamos", relata Fernando, que explica que "a la mínima tenías que abrir fuego, no por decir 'voy a disparar', sino para defenderte a ti y a tus compañeros".
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Este exsoldado señala una batalla especialmente horrible, cuando se enfrentaron a una manifestación tras la detención de un líder chiita por parte de Estados Unidos, que lo metió en un vehículo con bandera española. A pesar de todo afirma que en ese momento no tuvo tiempo de tener miedo: "Tienes que estar pendiente de todo. Si te despistas un momento te pueden disparar a ti, pero te daría más pena que disparen a un compañero porque tú no estés atento".
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