La Fiscalía ha apoyado por primera vez investigar las torturas del franquismosufridas en los años 70 por el sindicalista Carles Vallejo en la comisaría de Vía Laietana de Barcelona.

La ley de Memoria Democrática obliga al Estado a investigar las vejaciones de los derechos humanos que tuvieron lugar durante la guerra civil y la dictadura.

El propio Carles Vallejo relató a Gonzo en El Intermedio en 2017 las agresiones policiales que vivió.

Todo comenzó después de que decidiera formar parte del movimiento obrero. "Estaba prohibido todo, excepto el partido único, la Falange, y el sindicato único de los obreros y los empresarios juntos en el mismo sindicatos y el sindicato de estudiantes y una sola organización juvenil. El régimen tenía todas sus estructuras, desde los serenos de los barrios hasta los porteros de las viviendas, o los servicios de personal en las empresas que buscaban la manera de investigar y delatar a los posibles sospechosos de no ser afectos al régimen", recordó.

"Yo me impliqué en el movimiento obrero porque empecé a trabajar en la Seat con unos controles terribles a nivel de la jerarquía, jefes militares para acabar con cualquier resquicio de cualquier rebelión obrera de los trabajadores. A pesar de ello, aprendimos y logramos organizarnos en una estructura clandestina potente, por ejemplo, para los equipos de propaganda. Pero, al mismo tiempo, hacíamos una labor de salir a la superficie, a lo público, como sindicalistas defensores de los derechos laborales", añadió.

Vallejo siguió adelante a pesar del riesgo que suponía: "Sabíamos que podías durar poco y, efectivamente, la mayoría de nosotros durábamos como máximo un año, al año nos despedían, los detenían, nos encarpetaban y con todas las consecuencias".

Entre 1967 y 1971 la dictadura de Franco decretó cinco estado de Excepción, que permitía detenciones arbitrarias y así fue detenido con 21 años, en 1970. "El estado de Excepción ya era utilizar los recursos más terribles como no tener límite de detención de las personas, que es mi caso. A mí me detuvieron cuando se estaba celebrando el juicio de Burgos, me detuvo la Policía política, que perseguía lo que hoy es habitual: hacer sindicalismo, o hacer política. Me tuvieron en la comisaría de la Policía de Vía Laietana durante 20 días. Pero podía haber estado seis meses", destacó.

Sobre cómo se llegó a su detención, Carles Vallejo lo tenía muy claro: "Me detuvieron en la puerta de mi casa, me fueron a esperar cuando iba a trabajar. Alguien me había delatado. Yo corrí, caí, un policía se hizo daño, cayó también y fui en la furgoneta, que era un coche camuflado, hasta Vía Laietana".