Además explica que muy poca gente sabe que él no debía ir en ese avión: "Paradojas de la vida yo ni siquiera iba en ese avión porque iba en un vuelo anterior. Una azafata decidió que ciertas personas no subíamos porque el avión anterior iba muy lleno y justo embarqué en el avión que luego tuvo el accidente".
"Fui consciente en todo momento de todo lo que pasó y siempre digo que es lo más parecido a cuando vemos una película de la II Guerra Mundial, tanta gente que falleció mas luego una explosión del avión lleno de queroseno, parece más un atentado terrorista", recuerda Vidal.
Y después del trauma del accidente llegó la recuperación: "Hubo un momento en que en la seguridad social se me quería amputar la pierna, al final conocí a un cirujano increíble que fue quien me salvó la pierna".
Una recuperación que ha sido aún más difícil por los problemas burocráticos y de la investigación: "Quizá lo más difícil no ha sido solo la lucha por la recuperación sino la lucha contra el sistema, meses de hospitalización y a la vez luchando contra la aseguradora, contra la propia comisión de investigación de accidentes".
La comisión de investigación de accidentes que elaboró el informe oficial de las causas del siniestro y llegó a conclusiones con las que afectados, testigos y expertos no estuvieron de acuerdo. El informe oficial apuntó una única causa: el fallo humano de los pilotos. "La culpa es de los pilotos y punto y cuando tu dices 'oiga, que he sido consciente en todo momento estuve allí esperando 40 minutos a las ambulancias'... y no te creen", explica indignado Vidal.
También Miguel Riera, el primer médico en llegar, también critica que la comisión de investigación de accidentes no contactó con ellos para preguntarles su opinión, ni con nadie del personal sanitario que estuvo allí. "Desde que nosotros llegamos hasta que llegó el contingente grande de ambulancias a mi se me hizo eterno, entre 30 o 40 minutos fácil. Si alguna cosa se hubiera hecho distinta se podrían haber salvado más vidas", asegura.
Las víctimas llevaron a juicio el accidente pero los jueces desestimaron la causa apoyándose en los resultados del informe oficial.
"Que no se terminen de esclarecer las causas y el que no haya responsables pues nos pesa a todos los afectados, esa rabia de esos gigantes de la industria, en este caso Boing y Mapfre (la aseguradora fue condenada por el Supremo a pagar intereses por el retraso de los pagos de indemnizaciones) con los que te has pasado luchando en vez de decirnos 'qué necesitáis'. En vez de ayudar se machaca", lamenta Vidal.