"Tenemos un 75 en barajas, un avión que ha explotado, negativo simulacro", es el mensaje que se transmitía por radio. Un helicóptero del Summa 112 fue el primer medio en llegar a la zona del accidente y Miguel Riera es el médico que viajaba en él y por tanto también el primero en llegar.

"Había una llamada que había dicho que habían visto un accidente de una avioneta y el mecánico del helicóptero que tiene muchísima experiencia al ver ese humo negro dijo que eso no era el incendio de una avioneta eso es algo más gordo. Vimos un camión de bomberos, aterrizamos en una zona que ya estaba quemada y corriendo detrás de los bomberos", explica Riera.

"Vimos que había muchísimo humo y que había un incendio forestal que estaba muy cerca. Nos encontramos con cinco personas que la verdad no estaban muy mal y como en cinco minutos, que a nosotros se nos hicieron eternos, empezaron a llegar los primero fallecidos", relata el médico.

Pero la gran pregunta es qué pasó aquel fatídico día, una luz de avería en el avión hizo que los pilotos abandonaran la pista cuando estaban a punto de despegar y que avisaran a mantenimiento.

Lo que pasó después lo cuenta Juan Carlos Lozano, piloto y experto en accidentes aéreos: "Los técnicos de mantenimiento recurren a eliminar el síntoma en lugar de buscar la causa profunda de qué es lo que está pasando".

Tras la reparación, los pilotos a los mandos comentaron en el interior de la cabina sus dudas:

- "Es un parche eso que han hecho"

- "Pero se puede hacer así, eh"

Lo que sucedió es que "desconectaron un sistema, iniciaron el vuelo de nuevo con el problema de que la tripulación, por una serie de errores y despistes, no configura el avión adecuadamente para que el avión despegue con seguridad. Cuando hay una avería en un avión hay prisa por solucionar esa avería porque efectivamente un avión en tierra pierde dinero".

Y así se vuelve a comprobar en las conversaciones de la cabina: "Yo mientras voy a escribir todo esto , ¿vale? Porque esto tengo que escribirlo porque es un retraso guapo"

"Cuando van a iniciar la carrera de despegue, el avión no está preparado para volar, sin embargo, el avión que tiene una alerta específica para ese caso no pone en funcionamiento esa alerta. Por lo tanto los pilotos consideran que es un despegue normal. Si esa alarma hubiera funcionado ese accidente no hubiera ocurrido".

Aquella cadena de errores le costó la vida a 154 personas, solo 18 lograron sobrevivir.