'Espi' y 'Jesuli'. Son los nombres que Albert Espinosa y Jesulín de Ubrique han escrito en la pizarra que se encuentra a sus espaldas y la forma en la que los llamaban sus amigos y familiares cuando eran pequeños. Dos niños en los que se han convertidos estos dos adultos en el momento en el que han pisadoel aula del colegio en el que estudiaba Jesús Janeiro.

El extorero recuerda con cariño aquella etapa y más aún, alguna de sus travesuras. "Yo cogía los bolígrafos transparentes, le quitaba el canutito de la tinta y yo me traía de casa granitos de arroz o cogía un folio y hacía bolitas. Así que cuando mis compañeros iban a la pizarra, les daba", rememora.

"¿Qué quieres? ¿Que te pegue con el arroz en la cabeza?", le pregunta al escritor cuando le avisa de que tiene un boli así en su mochila. "¡Espi, sal a la pizarra!", le indica 'Jesuli'. "¡Hostia, qué cabrón, me has dado!", se queja el presentador de 'El camino a casa'.

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El escritor llega al colegio que le vio crecer con un nudo en el pecho y Albert le tiene una sorpresa preparada. "Hay profes y maestros", le comenta Máximo al presentador, al cruzar la puerta del aula se reencontrará con su maestro.