Tamara Falcó llevaba meses lidiando con los rumores de infidelidad de Íñigo Onieva y ella siempre decidió creer a su pareja. Una postura que mantuvo incluso cuando salió a la luz el famoso vídeo de su prometido besando a otra mujer en un festival de música. "Hasta entonces, la coartada seguía siendo que era de 2019. Y él lo defiende perfectamente delante de los medios", asegura sonriente la marquesa de Griñón en su cita semanal en El Hormiguero, a la que no ha querido faltar a pesar de las dura situación que está atravesando.

Isabel Preysler, preocupada por su hija, llamó a Tamara cuando ella y su entonces aún pareja se dirigían juntos a una boda de unos compañeros de trabajo. "Mami, no te preocupes, que es de 2019", intentaba tranquilizarla Tamara. "Pues entonces, tenéis que decirlo. Os está persiguiendo y tenéis que decirlo", le aconsejó su madre. "Y dice Íñigo, 'no te preocupes, Isabel, sin problema", cuenta entre risas Tamara en el programa de Pablo Motos.

La pareja acudió a la boda con total normalidad y a la salida del banquete, Tamara Falcó llamó a su madre para comentar con ella que ya estaba todo zanjado. "Tamara, hay más vídeos", le aseguró entonces Isabel Preysler. "A mí me seguía diciendo que era de 2019 y pensé que (la prensa) ya había llegado muy lejos y que si no era de 2019, iba a salir. Solo hay que esperar. Mientras tanto, te pido que creas a Íñigo, que es mi prometido y que le creas a él antes que a otra gente. Y si no, no te preocupes que voy a tomar la decisión correcta".

A medida que pasaron las horas, la versión de Íñigo Onieva comenzó a cambiar. "Le dije la famosa frase del 'nanosegundo', no sé ni lo que es el 'metaverso'" bromea.