Según informe presentado por Intermón Oxfam, si continúan las medidas de austeridad impuestas por el Gobierno, en 12 años un 42% de la población viviría en la pobreza, es decir, 20 millones de personas, siete millones más que en la actualidad.
La responsable de investigación de Intermón y coautora del informa, Teresa Cavero, ha resaltado que desde 2008 el número de pobres se ha incrementado a razón de medio millón cada año y ha alertado de que "se están sentando las bases de una sociedad tremendamente injusta", y la brecha de la desigualdad se está "disparando".
Según Intermón, la austeridad aumentaría los niveles no solamente de pobreza, sino también de desigualdad en las dos próximas décadas. La línea entre los más ricos y los más pobres sería aún más amplia. Y es que antes de la crisis, el 20% de los más ricos ganaba 5,3 veces más que el 20% más pobre y en 2025 podría ingresar 18 veces más.
En la actualidad, al altísimo paro hay que sumar que casi una de cada diez familias en las que alguien sí tiene trabajo, vive en la pobreza, es decir, que ni siquiera con sueldo, ni siquiera entre la población ocupada, se consigue salir de esa situación paupérrima.
Y un último dato más, según una encuesta en la que se basan para su informe, siete de cada 10 españoles estarían dispuestos a rechazar "trabajos en negro" si eso contribuyese a reducir las desigualdades, las cuales siguen creciendo cada vez más.
A juicio de los responsables de la ONG, Europa y España se encaminan a una sociedad dual, mucho más pobre, más injusta y más desigual, aunque consideran que "la buena noticia es que hay soluciones".
Para ello, piden un "giro rotundo" de las políticas de austeridad y proponen una serie de medidas urgentes, que pasan por resolver el problema de la deuda pública, ya que actualmente uno de cada tres euros en España se destina a pagar los intereses que genera.
Cambios en el sistema financiero, programas de estímulo económico que se centren en la creación de empleo, más inversiones en servicios públicos como educación y sanidad y medidas fiscales, que incluyan impuestos a la acumulación de riqueza y una tasa sobre las transacciones financieras son otras de las propuestas de Intermón.