En 2011, con Zapatero en el Gobierno, la inversión fue de más de cuatro millones de euros, mientras que en 2014, la cifra total es de 370.000 euros. Es decir, desde que Rajoy llegó a la Moncloa, la inversión ha caído un 91%.

La consecuencia directa es la bajada en picado del gasto en mejora y mantenimiento de los centros del CSIC. ¿En qué se traduce todo este recorte? Afecta al funcionamiento de los centros, merma la calidad del trabajo y dificulta el ritmo de las investigaciones.

Y no solo causado por la falta de financiación. La tijera también pasa por la plantilla. Si en 2011 había 12.928 trabajadores, ahora hay apenas 11.000, es decir, más de 1.000 trabajadores menos.