El resultado del registro a la sede de Génova del PP es muy claro: sí se pagó con dinero negro la reforma de varias plantas. Así lo expresa el auto del juez Ruz tras el último informe que ha recibido de la UDEF.
Hablan directamente de que existía una contabilidad paralela. En ese registro se encontraron más de 5.000 documentos que los populares no habían entregado al juez y que contrastan con los ya localizados en la sede de Unifica, la empresa de Gonzalo Urquijo, encargada de las obras.
De esta manera, se confirma la existencia en el PP de "una corriente de cobros y pagos continua en el tiempo, ajena al circuito económico financiero y que no fue remitida al Tribunal de Cuentas". Y de ahí, de ese dinero opaco, saldrían las entregas a Urquijo.
El juez detalla con la información de la Policía, cómo se hizo, cuál fue el sistema. La clave reside en la "dualidad en la forma de pago de los trabajos". Es decir, había dos certificaciones de obra. La primera era la de menos importe, que habría salido de la cuenta bancaria del PP y la segunda, una certificación de obra con un importe bastante mayor en la que aparecerían los trabajos que realmente se hicieron.
Entre ellas, dice Ruz contundente, "se abona en parte con fondos ajenos al circuito económico financiero", con dinero negro. En total, casi 900.000 euros, que podrían ser más, salieron de la caja B del Partido Popular, parar pagar a la empresa que reformó su sede en Génova.
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