El "se acabó el recreo" en Gibraltar de Margallo se traduce en una serie de duras medidas, que de momento, estudian implantar en el peñón.

Primero, cobrar una tasa para entrar y salir de 50 euros cada vez. Esto es lo que se ha llamado "tasa de congestión".¿Y dónde va a ir a parar ese dinero? Pues pretenden que a los pescadores perjudicados por no poder faenar en la zona donde hay instaladas barreras en el fondo del mar. Han pedido un informe para conocer si es viable jurídicamente pero el objetivo es muy claro: Se van a llevar a cabo según el ministerio de exteriores. Aunque eso sí hay margen para el diálogo.

Otra de las medias es perseguir el fraude fiscal. Para ello el gobierno pretende localizar e investigar a cerca de siete mil gibraltarenos. Viven en España pero su residencia fiscal está en el Peñón. Así que no pagan impuestos en nuestro país.

Además, a las empresas de juego online también les tocaría castigo. Si las intenciones del gobierno acaban en realidad tendrán que operar a través de servidores españoles y pagar por los beneficios conseguidos aquí. Y una medida más. Afecta a las sesenta mil líneas telefónicas que atraviesan el municipio de la línea de la concepción. Fueron otorgadas al Peñón durante el gobierno de Zapatero y denuncian que son a penas cuatro mil euros anuales lo que aportan. Así que esto también sería revisado.