"Estoy muy enfadada porque no viene de nuevas". Así se ha expresado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, sobre los planes de la Junta de Andalucía para ampliar los regadíos en Doñana, desoyendo así los informes que advierten sobre el peligro de esta práctica y las amenazas de Bruselas con sanciones para España si se lleva a término esa propuesta. Ribera tiene claro la motivación oculta: "Probablemente sea un mal calculo electoral de nuevo".
"Esto ya ocurrió con las elecciones andaluzas anticipadas de hace algo más de un año. Moreno Bonilla aclaró que si ganaba las elecciones no lo haría, pero que eran las presiones de Vox. Se ve que sigue teniendo la misma presión y el mismo cálculo erróneo", ha criticado la ministra, que considera que al presidente andaluz "no le importa nada: ni Doñana, ni la verdad ni el futuro de los agricultores". "Yo hablé con el en aquel momento, y con uno de sus consejeros hace muy pocas semanas, cuando empezó a haber ruido. Y les advertí", ha añadido.
Moreno Bonilla no hizo caso, como parece haber sucedido: "Es arrogancia de señorito que dispara con pólvora de rey a un elevado coste para todos los demás y sin ningún fundamento y viabilidad. Le desacredita como persona que se supone que tiene que defender el interés general y particular". Ribera ha recordado el informe que presentó el director de la Estación biológica de Doñana advirtiendo sobre la crisis que atraviesa el parque nacional para denunciar la "falta de conciencia" desde el gobierno andaluz para con esta cuestión.
"Estamos asumiendo que para dar recorrido a algunas comunidades de regantes no nos importa nada esquilmar toda la riqueza que permite que haya un hábitat tan especial como Doñana en ese espacio natural", ha asegurado la vicepresidenta del Gobierno, que ha concluido su intervención en Al Rojo Vivo con un mensaje directo a Moreno Bonilla: "Honestamente, creo que esto no es ignorancia, es mala fe".