Sigue averiado el ascensor del colegio de Arturo, un niño de 11 años y con movilidad reducida, y su madre, María Jesús, ha tenido que subirle en brazos de nuevo este martes para poder asistir a las clases, como lleva haciendo desde junio. A él, y a su silla de ruedas, que también sube y baja a cuestas.
Esta madre reconoce que recibe el apoyo del equipo del CEIP Voramar, en Alicante, pero es ella quien ha cargado con su hijo hasta seis veces diarias desde que han empezado las clases. Y quien lo ha hecho todas las veces que se ha averiados en los últimos tres meses. "Queríamos mantener la normalidad y por su edad toca estar en los pisos superiores, pero nos están obligando a cambiar esta normalidad", ha explicado María Jesús en Al Rojo Vivo, pues el centro va a tener que desplazar la clase a la planta baja para facilitar su acceso y ha modificado el emplazamiento del comedor: "Nos quedamos temporalmente sin gimnasio", ha señalado.
El ascensor, ya antiguo, se avería con frecuencia y la solución pasa por una renovación completa. La cuestión, según ha contado la madre en directo, es que los técnicos ya habían avisado de que no valía con pequeñas reparaciones y "que la avería iba a más allá": "El técnico ha detectado que ahora está afectado el motor, ya nos avisó de que eran reparaciones temporales", ha apuntado. Según relata, en agosto el ascensor pasó una revisión, pero esta semana volvió a averiarse".
María Jesús espera que el asunto se solucione rápido para evitar que acabe afectando a su hijo preadolescente: "Lo lleva bien porque es un niño muy maduro, pero que no ve muy normal que su madre esté tanto tiempo por el cole"." Toda esta situación. Y no solo por él, sino porque es un servicio esencial en un edificio de tres plantas sin acceso con rampa en alguna. Por ello, reclama al Ayuntamiento que se haga cargo, al ser quien tiene la competencia en el "mantenimiento de los edificios públicos": "Es el responsable", concluye.