Familiares y trabajadores de la Residencia Orpea Sanchinarro valoran tomar acciones legales contra el centro. Denuncian que de 180 residentes han muerto al menos 60 mayores por el COVID-19. Y es que las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid sigue siendo uno de los puntos negros de esta crisis sanitaria.

Los familiares denuncian la opacidad de la información del centro y un desemparo absoluto de los residentes, se quejan de que llamaban para preguntar por sus allegados y se les decía que todo estaba fenomenal. Horas más tarde, explican, recibían el aviso de que su padre o madre había fallecido.

Han presentado sus quejas ante la dirección de la residencia, el Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad de Madrid y el Defensor del Paciente.

Miriam Carabias es hija de una de las residentes. Su madre tiene más de 90 años y es positivo en COVID-19. "Estamos indignados, nos han engañado desde el primer momento. Nos han ocultado la información. Entre los familiares nos informamos de los fallecimientos de nuestros seres queridos por un grupo de Whatsapp", denuncia en Al Rojo Vivo.

"Me consta que hay personas de la residencia que se han tenido que ir por el horror que se estaba viviendo dentro. Se ha producido una desatención total de los mayores", ha añadido en laSexta.