El presidente del Tribunal Constitucional fue militante del Partido Popular. Pagó las cuotas durante tres años. Desde el TC aseguran que no es incompatible, ya que sólo era militante y no dirigente del partido. Carmelo Encinas asegura que no es una acción "ilegal", pero considera "antiestético y feo" que el presidente del Constitucional milite en un partido. "Se supone que el Tribunal Constitucional es una cámara independiente de los partidos políticos. Se trata de un tribunal diferente que no tiene ninguna vinculación ni ningún compromiso con los partidos", explica Encinas.

Esther Palomera cree que se trata de un acto reprobable y censurable. Según la ley, los miembros del Tribunal Constitucional no pueden tener cargos directivos en partidos políticos. Palomera recuerda que no es necesaria la filiación para que haya relación o complicidad con un determinado partido.

Germán Yanke sostiene que se trata de un "escándalo" y considera que el presidente del TC debería dimitir por haber ocultado una información de esa naturaleza. Carlos Santos cree que se ha dañado la credibilidad de la institución.