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El reivindicativo hilo de Twitter que narra la dura discriminación de un taxista a un invidente
Juanjo ha denunciado a través de Twitter la discriminación que ha sufrido por parte de un taxista. Según ha contado, no es la primera vez que por ser invidente un taxista se niega a llevarle. "Mi mujer y yo somos ciegos y tenemos perros guía. La ley es clara al respecto: un perro guía puede acceder a cualquier espacio, salvo quirófanos y unidades de cuidados intensivos. Esto, por supuesto, incluye a los taxis, que no pueden negarse a llevarnos", explica antes de relatar la discriminación que sufrió.
Esta tarde me ha sucedido algo con un taxista en Barcelona que me tiene muy cabreado, y que no es, ni mucho menos, la primera vez que me ocurre. Abro hilo.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Mi mujer y yo somos ambos ciegos, y tenemos sendos perros guía. La ley en España es clara al respecto. Un perro guía puede acceder a cualquier espacio, salvo quirófanos y unidades de cuidados intensivos.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Esto, por supuesto, incluye a los taxis, que no pueden negarse a llevarnos. https://t.co/fMZbc8WTQe
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
No os exagero si digo que lo que me ha pasado hoy, nos ha ocurrido más de una docena de veces desde que tenemos a nuestros perros; y hoy, ha sido la gota que ha colmado el vaso de mi paciencia.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Esta tarde pedí un taxi por la aplicación de @mytaxi_es. Un taxista me aceptó el servicio, y cuando yo acababa de bajar, me llamó para concretar el punto de recogida.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
- ¡Hola! ¿Has pedido un taxi? -Me dijo.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
- Sí, estoy aquí abajo, seguro que podrás verme. Estoy frente al restaurante de la esquina.
Tras un segundo de silencio (en el que supongo que me vio junto a mi perro), me colgó el teléfono, y acto seguido, escuché cómo salía de allí a toda pastilla. A los cinco segundos, me apareció la notificación de "Su conductor ha cancelado el servicio".
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Le llamé para preguntarle que qué había pasado, y me colgó. A la segunda, me cogió y tras intentar inventarse una excusa peregrina de que estaba en la calle equivocada y no sé qué tonterías más, me dijo: "No hablo bien español". Y me volvió a colgar.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Después de eso, le he llamado como diez veces y ya no me ha cogido el teléfono.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Me sentí impotente, pues las repetidas quejas a mytaxi_es parece que no han servido de nada, porque esto pasa una y otra vez, y os confieso que mi paciencia llegó a su límite.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Por resumir, han sido ya muchas las veces que nos ha ocurrido lo mismo, tanto solo, como con mi mujer o con amigos.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
La que más recuerdo porque es la que más me dolió, fue cuando a mi mujer, en pleno invierno y al salir del pediatra con nuestro hijo de poco más de un año y enfermo de bronquitis, un taxi la dejó tirada de la misma manera estando en plena calle.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Así que esta vez, cometí la imprudencia de publicar en Twitter el teléfono del taxista, diciendo que a ver si la gente podía llamarle para recordarle la dichosa ley.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
No quiero promover el acoso ni mucho menos, solo quería que de una vez por todas se entienda que los perros guía no son mascotas. No los llevamos por capricho. Son nuestros ojos y nuestros fieles compañeros de fatiga.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Gracias a todos por el apoyo.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018