Este es el contenido íntegro de la carta que se ha viralizado rápidamente y cuenta con más de 20.000 compartidos en una semana:
"El fin de curso del año 2017 ya pasará a la historia como aquel en el que los maestros intentaron dar clase mientras los niños daban vueltas y vueltas a su "spinner", como si de un grupo de desintoxicación de alguna sustancia se tratase.
Aparentemente no tiene maldad ninguna y claro, cuando te dicen ... ( voz de científico) "es un juguete creado para calmar la ansiedad en los niños hiperactivos"... pues uno piensa que si los prohíbe, quedará como un ogro insensible que no deja que los niños calmen su ansiedad.
La verdad es que desconocía que el 100% del alumnado de mi centro tuvieran problemas de ansiedad o hiperactividad, yo pensaba que solo había diagnosticados unos pocos y como todo el mundo sabe, cada caso es discutible.
Lo que sí tengo claro es, que estamos ante la generación de la sobre estimulación del no permitir que el niño se aburra un instante, de niños que cuando comen en casa además escuchan música con sus cascos, con la mano libre juegan con el móvil, todo ello frente de la televisión mientras su madre les pregunta... ¿Qué tal en la escuela? En un ejercicio de malabarismo mental que tengo mis dudas sobre si es bueno para el desarrollo de un menor, aunque cojonudo para el desarrollo económico de la última novedad viral.
Parece que además de tener una ansiedad irrefrenable, las nuevas generaciones son superdotadas, capaces de disfrutar de la buena música, giros y compases, mientras descubren la mejor forma de pasar al siguiente nivel del juego de turno, a la par que saborean e intuyen que en la comida de ese día había un ingrediente nuevo, mientras con el rabillo del ojo analizan en la tele la situación política del país, todo ello justo antes de elaborar un discurso propio con lo más destacado de lo vivido, sentido y aprendido, durante su mañana en el cole.
Really?
Hoy mis alumnos me preguntaban...
-¿Cómo eres tan creativo?
- Por que con vuestra edad cada vez que me aburría, no me ponían ningún aparatito en la mano.
- Les he contestado.
Bien saben quiénes fueron mis compañeros y maestros que no había en el pueblo niño más nervioso que yo, cada mañana daba buena cuenta de uñas, lápices o bolis mientras con la pierna condenaba a mi compañero de al lado a un pequeño seísmo continuo.
Pero poco a poco empecé a focalizar mis nervios, empecé a dibujar para relajarme, a bailar o disfrutar la música que le robaba a mi hermana.
Ahora tengo claro que los grandes pensadores de la historia, Einstein, Newton, Steve Jobs o cualquiera de esas personas a las que admiramos, no son más listas que los demás, no tienen un cerebro superdotado, no son inalcanzables, es mucho más fácil.
Simplemente focalizaban mejor su atención, se concentraban en una única cosa hasta que lo terminaban, simple y llanamente, no se les iba el santo al cielo.
Por lo que me pregunto... ¿De verdad les estamos haciendo algún favor permitiendo que estén en mil cosas a la vez?
Creo sinceramente que deberíamos dejar de desarrollar el consumismo a costa de desarrollar la mente de las futuras generaciones".
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