Un vuelo de la compañía United Airines que cubría la ruta Nueva Jersey-Hong Kong ha tenido que hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto Goose Bay, Canadá, debido a un problema médico de un pasajero.
Tras la evacuación del hombre, la aeronave no pudo volver a despegar porque una de sus puertas se había congelado debido a las gélidas temperaturas, que alcanzaban los -30 grados. A esta inusual situación se le sumó que en ese momento no había ningún agente de aduanas de guardia esa noche y no se permitió salir a nadie del avión.
Como consecuencia todos los viajeros han estado retenidos durante casi 16 horas en el aparato sin apenas alimento y con temperaturas bajo cero hasta que llegó un avión de sustitución para sacarles del lugar.