LaSexta se ha puesto en contacto con Minerva Galvañ Domenech, una pasajera que ha contado que vivió todo como una pesadilla. "Hubo muchos sangramientos en los oídos, gente que se mareó, que le dolía la cabeza y salía sangre de la nariz", ha afirmado.

Fueron siete minutos de caída en los que descendieron cerca de 9.000 metros. La tensión y el miedo se notaba entre los pasajeros y nadie era capaz de articular palabra o de gritar. "Estaba muy asustada, me temblaban las piernas y yo solo pensaba en que eso no fuera el final", ha contado Minerva.

Sin embargo, el terror vivido durante el vuelo Irlanda-Croacia no terminó cuando los pasajeros aterrizaron en Alemania en una base militar. Allí, los afectados fueron trasladados al hospital. Después, según cuentan a laSexta tuvieron que dormir en el suelo y no tuvieron ninguna información de lo ocurrido: "En ningún momento nadie de Ryanair nunca se puso en contacto con nosotros".

Por su parte, Ryanair ha mandado un comunicado asegurando que los clientes recibieron vales de comida y se autorizó su alojamiento en hoteles. Sin embargo, faltaba disponibilidad de alojamientos.

Ante esta situación, los pasajeros se han unido y van a pedir explicaciones. Al llegar a Croacia tendrán que visitar los servicios médicos y esperar al menos una semana para poder coger de nuevo un avión.