Se llama ‘ZMapp’. Es el suero experimental con el que están tratando actualmente al padre Miguel, el misionero español contagiado por el virus del Ébola. Este fármaco ayuda a al cuerpo humano a fabricar anticuerpos contra la enfermedad.

"Para aportarle esa respuesta inmune que ha sido eficaz para destruir el agente infeccioso", ha explicado José Luis del Pozo, microbiólogo de la Clínica Navarra.

Tras la inyección del suero, los anticuerpos introducidos en el cuerpo reconocen el virus que está infectando el organismo. Después, ordenan al sistema inmunitario que destruya las células infectadas. De este modo, se frena el avance de la enfermedad.

"La eficacia de esta sueroterapia en los estudios que hay publicados con animales oscila en torno a un 50% de eficacia", ha señalado el microbiólogo.

El mismo tratamiento que el padre Miguel están recibiendo los dos estadounidenses infectados por el ébola. De hecho, ellos fueron las primeras personas en probar el fármaco.

Hasta ese momento, únicamente se había experimentado en animales, por lo que se desconocen sus posibles efectos secundarios.

"No es lo mismo un paciente de 70 años diabético e hipertenso cardiópata a otro de 25 años sano. Eso obviamente impacta en las complicaciones que pueda dar el virus", ha explicado del Pozo.

Tras su uso en humanos, el desarrollo del tratamiento y su hipotético efecto en los pacientes determinará si este suero experimental puede ser o no utilizado como cura contra el ébola.

Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud se ha reunido en Ginebra para debatir con urgencia si envía dosis de este tratamiento a los países africanos más afectados por el virus. Esto es, Sierra Leona, Guinea Conakry, Nigeria y Liberia.