Los usuarios de residencias de mayores de la Comunidad de Madrid podrán tener a partir de este lunes tres visitas por semana de una hora y un familiar y los ya vacunados contra el COVID-19 podrán salir libremente entre semana, el fin de semana e incluso de vacaciones.

Además, se activan de nuevo los nuevos ingresos en las residencias con PCR negativa de 72 horas antes o un test de antígenos al llegar, ha anunciado el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, tras la firma con los agentes sociales de un acuerdo marco para mejorar la calidad de vida de los mayores en los geriátricos madrileños.

El nuevo documento incide sobre todo en las medidas de seguridad a adoptar y aplicar en las salidas, ingresos y visitas en aquellos centros que ya han completado el proceso de vacunación (aquellos en los que ya han pasado al menos 14 días tras la administración de la segunda dosis).

Aquellos centros que todavía no hayan completado el proceso de vacunación deberán continuar con las medidas explicadas en la guía del 11 de enero.

Según ha detallado Aguado, el 96% de los usuarios de residencias están ya vacunados y que el porcentaje que queda se trata de alguna alergia o que en el centro ha habido algún brote, por lo que se ha decidido posponer la campaña de vacunación.

Salidas con mascarilla y distancia de seguridad

Según el nuevo protocolo, los residentes (vacunados y no vacunados) que salgan del centro deberán extremar las medidas de protección usando en todo momento la mascarilla y respetando la distancia de seguridad. Deberá realizarse el lavado de manos con solución hidroalcohólica a la entrada y la salida del centro, que deberá llevar un registro de entradas y salidas.

Se permiten las salidas del centro a los residentes vacunados sin limitaciones, incluidas las salidas de fin de semana o vacaciones, si bien en estas últimas será necesario aportar una prueba diagnóstica de infección activa realizada previamente.

Las salidas de los residentes no vacunados serán de corta duración (inferior a 1 hora y no más de 3 salidas a la semana), no excluyentes, y en los alrededores del centro.

Si se declara un brote en el centro, las visitas y los ingresos quedarán suspendidos salvo que el centro garantice una identificación de casos y contactos y una adecuada sectorización.

Los residentes vacunados y no vacunados podrán salir de vacaciones sin limitaciones. En ambos casos, deberán aportar una PCR negativa realizada en las 72 horas previas.

Los mayores podrán salir a pasear

Los usuarios con mayor nivel de autonomía podrán salir solos a realizar estos paseos, manteniendo la distancia de seguridad respecto a terceros y evitando espacios concurridos e irán con mascarilla. Durante su paseo llevarán un documento escrito que le identifique como usuarios de la respectiva residencia en previsión de posibles limitaciones a la movilidad que se pudiesen producir en su zona de salud básica.

Los usuarios con menor nivel de autonomía y mayor necesidad de apoyo y supervisión podrán salir igualmente si bien deberán mantener igualmente la distancia de seguridad entre ellos y respecto a terceros y evitando espacios concurridos e irán también con mascarilla.

Se recomienda a los centros que habiliten zonas para que los mayores dependientes ya vacunados puedan estar con sus familiares. En todos los casos estos paseos son de carácter voluntario y solo podrían salir de paseo aquellos usuarios asintomáticos y que, por supuesto, no estén en aislamiento preventivo.

En aquellos centros en que la situación organizativa lo permita, es recomendable la realización de paseos en pequeños grupos (respetando unidades de convivencia) en aquellas personas que por problemática no dispongan de otra opción.

Estos paseos deberán adaptarse tanto al horario determinado por el centro como a las necesidades de personal de este, por lo que se podrá establecer que el paseo se programe y realice en día alternos, siempre acompañados de personal del centro.

Dos videollamadas por semana

Por otra parte, las residencias que tengan limitadas las visitas por presentar brotes deberán facilitar herramientas telemáticas para comunicarse y/o proporcionar información a la familia de forma ágil con un mínimo de 2 videollamadas a la semana.

Los trabajadores (vacunados y no vacunados) deberán aportar una prueba de COVID-19 al volver de sus vacaciones superiores a 15 días.

En las situaciones epidemiológicas en que las visitas estén autorizadas, el centro notificará que, para poder visitar a los usuarios, estas personas deben estar exentas de fiebre o síntomas respiratorios.

Por ello, se recomienda realizar una toma de temperatura y contestar unas preguntas para descartar síntomas compatibles de COVID-19. Se verificará que realizan una higiene de manos y que llevan puesta la mascarilla quirúrgica.

Los familiares que acudan a visitar a un residente no tienen obligación de realizarse ninguna prueba inmunológica.

Los residentes podrán recibir tres visitas a la semana de una hora de duración. Los geriátricos deben garantizar que las visitas se realicen en horarios compatibles con los horarios de los familiares y, por tanto, las visitas familiares en fines de semana deben autorizarse si así es necesario.

El número de visitantes continúa siendo de una persona por residente excepto en los casos que se precisen algún tipo de ayuda. En el caso de los residentes con deterioro cognitivo moderado-severo que requieren interacción directa y contacto físico, se autoriza a sus familiares a no respetar la distancia de seguridad utilizando guantes.

En las visitas se seguirán manteniendo las medidas habituales de limpieza de manos, distancia física, ventilación y mascarilla.

Nuevos ingresos en residencia con PCR

Los nuevos ingresos como altas hospitalarias deben aportar información sobre el estado de vacunación del paciente y sobre su potencial estado infectivo actual: bien una PCR realizada las 72 horas previas al alta hospitalaria o un test antigénico el día del alta (en aquellos centros que no dispongan de enfermería y por tanto no puedan realizar un test antigénico a su llegada al centro) o un test antigénico realizado en el propio centro a su llegada al mismo.

Además, el centro debe garantizar los siguientes puntos: que tiene controlada la situación de alarma sanitaria; que no ha tenido nuevos casos positivos deCOVID-19 en los últimos 7 días o, si los ha tenido, se encuentran en áreas de aislamiento claramente diferenciadas; y que el centro tiene capacidad de aislamiento para aquellos residentes que lo precisen.

Ventilación natural

El protocolo también establece que, en las áreas comunes de los centros sociosanitarios y de discapacidad, resulta vital tener bien diseñado el sistema de ventilación y climatización como complemento a la ventilación natural. En los edificios sin sistema de ventilación mecánica se debe llevar a cabo una ventilación natural, abriendo puertas y ventanas el mayor tiempo posible.

Se debe priorizar la ventilación con aire exterior sobre el confort y la eficiencia energética durante la emergencia sanitaria actual de COVID-19. Ha de recurrirse a la ventilación cruzada, consistente en la apertura de ventanas y puertas en lados opuestos de la habitación, que es más efectiva que la apertura en un solo lado y, por tanto, preferible.

Se recomienda la utilización, en las zonas comunes de los centros, de medidores de CO2. Como normal general, si la concentración de CO2 en una habitación sobrepasa las 800 ppm, habría que ventilar de inmediato.