Dice que sus compañeros le acusaron de avisar al tutor de que hacían botellón en el colegio. Ahí comenzó a ser el chivato. "Todo el mundo me dejaba de lado, nadie me ayudaba", cuenta Víctor Miguel Fernández, víctima de acoso escolar.

Se quedó totalmente solo. "Los que eran mis amigos no actuaban precisamente por el miedo hacia estas personas", explica. Cuenta que un día, desesperado, ingirió ocho pastillas tranquilizantes.

"Estuve ingresado y los médicos dijeron que la recomendación era no volver a clase", relata Fernández. No sintió el apoyo del centro y asegura que no hicieron nada.

La asociación 'No al acoso escolar' pide que se implante un decálogo en los colegios. "Los mismos profesores que están permitiendo que exista el acoso son los que investigan y los que deciden", señala Javier Pérez, presidente de la asociación 'No al acoso escolar'.

Con investigación externa creen que se pueden evitar situaciones como la que vivió Elia, quien afirma que intentó decenas de veces que el centro educativo tomase medidas en el acoso de su hijo.

"Te dicen que tu hijo se lo toma todo muy a pecho, que son cosas de niños, que tiene problemas de habilidades sociales", cuenta Elia Lajara, madre de una víctima de acoso escolar.

Además el decálogo pide campañas de sensibilización, formación del profesorado y planes de prevención obligatorios en colegios e institutos. Creen que solo así conseguiremos que los más de 1.000 menores que el Ministerio del Interior estima que son acosados cada año puedan comenzar a vivir.