Desde junio, ningún centro de salud de Madrid tiene material para hacer curas, no hay vendas ni apósitos. El motivo es que no se renovó el contrato público a consecuencia de la pandemia, y muchos sanitarios de los centros de atención primaria se ven obligados a instar a los pacientes a comprar los materiales que necesitan.

Hace tres meses que Rosa Gómez, enfermera de un centro de salud de Carabanchel, cura las heridas, quemaduras y úlceras de sus pacientes sin el material necesario.

La sanitaria afirma tener que tirar de creatividad para crear sustitutivos de los apósitos, los parches o las pomadas de cura. Sin embargo, afirma que tiene suerte, ya que aún no ha tenido que enviar a ningún enfermo a comprar material a la farmacia. Algo que, según los sindicatos de enfermería, ocurre.

Sergio Casas, enfermero del sindicato 'SATSE' afirma que "la enfermera decide qué apósito usar, se lo comunica al médico para que firme la receta y luego se le da la receta al paciente, que tiene que ir a la farmacia, comprarlo y llevarlo".

De hecho, afirman que es el propio paciente el que lo paga. "Nos parece una vergüenza que haya personas a las que no se les pueda tratar correctamente porque no pueden permitirse la compra de material", ha espetado el sanitario.

Además, el problema se agrava en el caso de los pacientes domiciliarios o cuando en la farmacia no tienen el material que el enfermo necesita. Deben esperar a recibirlo, su cura se retrasa y se ven obligados a visitar el centro de salud días más tarde, exponiéndose aún más al covid.

"Para que cambie tiene que haber una compra centralizada y que llegue el material que se reparta luego a los centros de salud", ha explicado el representante de Satse.

Sanidad de Madrid reconoce que a los pacientes más leves el material se les prescribe con receta médica, y que a la espera de la adjudicación de la compra centralizada de estos materiales, han adquirido los productos para atender a los pacientes de los centros de atención primaria más graves.