Jordi Rofes nunca pensó que lo que parecía un día más en su rutina en el metro de Barcelona acabaría con la cara ensangrentada después de ser agredido por un hombre que quería robarle sus pertenencias.
"Estaba sentado, escuchando música y escribiendo mi diario personal, cuando un hecho inesperado ha tenido lugar", así empieza el joven catalán la narración del suceso en sus redes sociales.
"Se ha plantado un agresor delante de mí, me ha empezado a empujar y ha intentado robar las pertenencias que llevaba encima. He cogido la mochila con todas mis fuerzas y sin más me ha dado un puñetazo en la nariz. Me ha revuelto todo lo que llevaba y, evidentemente, como no llevaba nada de valor, se ha ido con las manos vacías", explica.
Una agresión por la que tuvo que ser trasladado al Hospital Dos de Mayo. Por suerte estoy bien, pero he pasado un shock, no solamente por ver cómo perdía sangre, sino también por no poder evitar que me agredieran y porque nadie del vagón ha hecho nada al respecto para impedirlo", asegura.