Para Kelin, la vuelta al cole de su hijo está llena de sacrificios y renuncias. Este año, con sus ahorros ha podido comprarle solo una pequeña parte del material escolar: la mochila, el cuaderno, lápices y borrador y un juego de reglas. Para ello, sin embargo, ha tenido que recortar de la comida, según ella misma relata entre lágrimas. Casi todo lo demás se lo ceden en una asociación.

Esta madre soltera, que no ingresa más de 400 euros al mes, se enfrenta al regreso a las aulas después de un verano en el que tampoco ha podido llevar a su hijo de 10 años de vacaciones. "Tú sabes que no puedes darle eso. Lo llevas al parque, a que se distraiga, pero llevarlo a otros lados que te pide no lo puedes hacer como una familia normal", lamenta.

Su caso solo es un ejemplo de las dificultades que atraviesan muchas familias ante el inicio del nuevo curso escolar. Así, los zapatos con los que Izan ha ido esta mañana a clase los ha heredado de la misma despensa. Su madre, Estefanía, explica que este año no le ha podido comprar muchas cosas del uniforme. Con un solo sueldo, su familia sigue asumiendo el coste del material escolar del curso pasado: "Todavía no lo he pagado", reconoce.

Zaida, por su parte, se recorre Madrid y muchas páginas web para conseguirlo todo al mejor precio y así poder llegar a fin de mes. "Si tú sabes que en tal sitio los lápices te salen más económicos, vas directamente allí, aunque me tenga que mover de un sitio a otro, si tengo el abono...", explica. Ella cuenta que lo va programando todo desde junio, "porque cuando uno lo deja para última hora a veces también tiene que coger las cosas que son más costosas".

Para estas familias, quedarse sin beca supone que sus hijos no puedan comer en el comedor del colegio. Toda ayuda, insisten, es poca.