Hay una enorme brecha
De los que se ven obligados a compartir piso a quienes consiguen ahorrar el 30% de sus ingresos: así condiciona la vida nuestro salario
Los detalles Moverse en transporte público o en coche particular, o vivir en piso solos o acceder solo a una habitación depende de nuestro sueldo y marca cómo vivimos. La diferencia entre los que más y los que menos ganan está ya en los 60.000 euros al año.

Resumen IA supervisado
El salario que percibimos influye significativamente en nuestra calidad de vida y en las decisiones que tomamos. En 2024, el salario bruto medio anual fue de 27.588 euros, pero las diferencias entre sectores pueden superar los 60.000 euros, lo que marca una gran brecha. Personas en la calle expresan que ganar más les permitiría mejorar su vivienda o viajar más. Un salario medio apenas cubre gastos básicos como alquiler y transporte, mientras que ganar más de 30.000 euros permite acceder a hipotecas y ocio. Ingresos entre 50.000 y 80.000 euros facilitan el ahorro. En definitiva, el salario condiciona nuestras opciones y oportunidades.
* Resumen supervisado por periodistas.
Cuánto dinero ganamos es importante, pero lo que podemos hacer o no con ese dinero lo es todavía más. Porque según lo que cobremos, nuestras vidas pueden ser muy distintas.
En 2024, el salario bruto anual alcanzó los 27.588 euros, pero esto es solo una media. Y es que según el sector en el que trabajemos, la brecha puede superar los 60.000 euros, y eso acaba marcando la diferencia.
Al preguntar a personas en la calle qué harían si ganasen más dinero, un hombre responde que se "compraría una casa en un sitio distinto" al que vive, otra chica dice que le gustaría dejar de compartir piso, y otro ciudadano que querría poder visitar su país de origen.
El ticket mensual de una persona que ronda el salario medio sería de unos 400 euros en alquiler, 30 en transporte público y casi sin capacidad de ahorro. Mientras, ganar más de 30.000 euros permite una hipoteca y aumenta las oportunidades de ocio y vacaciones. Y el ingresar entre 50.000 y 80.000 euros permite no solo una vida más desahogada, sino poder ahorrar un 30% de esos ingresos.
Sin embargo, nuestro salario no solo paga facturas, sino que condiciona la mayoría de nuestras decisiones, y también aquellas cosas a las que renunciamos, como los "viajes", "el ocio y la cultura" o las "prendas de ropa", tal y como señalan personas a las que preguntamos en la calle. De esta forma, el dinero abre unas puertas y nos deja fuera de otras en función de cuánto ganemos.