Galicia, Navarra y País Vasco son algunas de las comunidades con más afecciones en ojos y piel por la radiación solar. "Hemos visto cómo en el norte de España, la prevalencia de problemas visuales es de 22,3%, superando en casi cinco puntos a la media del país (17,8%)", afirma Aurora Torrents, coordinadora del estudio 'Qué nivel de protección solar necesitan los ojos según nuestro grado de sensibilidad visual y estilo de vida' y Decana de la Facultad de Óptica y Optometría de la Universitat Politécnica de Catalunya.

Dato que sorprende teniendo en cuenta que se trata de las zonas de la península donde hay más nubes que sol. Precisamente, ese es el motivo; los días nublados hace que tengamos un exceso de confianza y no nos protejamos lo suficiente frente a los rayos UV. "Hay una percepción de que el sol es menos intenso, pero la radiación ultravioleta llega igualmente, con lo cual está quemando, está lesionando, está perjudicando a las personas y no se dan cuenta", explica Torrent.

Ellos mismos lo confirman; el 70% de los ciudadanos asegura usar gafas de sol solo si este brilla con fuerza, por ejemplo, si van a la playa o salen a hacer ejercicio al sol. Nos lo cuenta Mari Cruz, con quien hemos hablado en un parque de Alcobendas justo antes de empezar su clase de ejercicio diaria: "Cuando está nublado no me pongo las gafas, me las pongo cuando hace sol, que brilla más". También Avelina: "Es que se me olvidan siempre. Me las pongo poquísimo, en el coche o cuando hace mucho calor; cuando hace sol solo, cuando está nublado, no".

Lo preocupante es otro dato: una de cada tres personas que padecen afecciones solares siguen sin usar sistemas de protección solar, "poniendo en riesgo su salud", añade Torrent. No es el caso de Óscar, un hombre que ha contado su realidad a laSexta: "Tengo degeneración macular y fotosensibilidad y aunque no haga mucho sol siempre voy con cristales oscuros. Cuando conduzco me afectan mucho los reflejos y las luces, por eso no me las quito, la gente me dice que salgo a hacer deporte hasta lloviendo con gafas".

Las conclusiones del estudio ven la luz en un país en el que, a pesar de las campañas de concienciación, "tres de cada cuatro gafas de sol vendidas es a través del top manta", explica Salvador Alsina, presidente de 'Visión y Vida'. Llevar una gafa de sol de mala calidad es muy peligroso, explica Torrens: "Un vidrio no homologado puede que lo veas oscuro y que te lo pongas y filtre radiación visible, pero que no esté filtrando la radiación ultravioleta, con lo cual aún es peor, porque la pupila va a aumentar su tamaño para que entre más luz y por tanto, más lesiones podemos llegar a tener por un uso de gafas de sol no homologadas".

Además, a día de hoy, todavía hay un 14,1% de adultos que no usan este tipo de gafas para proteger su vista nunca o casi nunca, un 39,9% de personas en la tercera edad que tampoco lo hace y un 39,4% de menores que tampoco se protegen.

La recomendación es empezar a usar gafas de sol a partir de los 3 años de vida, porque los daños y los efectos del sol en los ojos son acumulativos; es decir a lo mejor no aparece el daño inmediatamente sino que aparece al cabo de unos años. Es importante protegerse siempre que sea posible y evitar la radiación ultravioleta.