Ni Pamplona, ni San Sebastián de los Reyes, el primer encierro post pandemia de España se ha corrido en Villaseca de la Sagra (Toledo). Un total de diez toros han corrido por las calles del pueblo de apenas 2.000 habitantes.

Los vecinos, aseguran, lo han vivido con "mucha emoción", pues había ganas de volver después del parón de la crisis sanitaria. Aunque este domingo han podido correr juntos por las calles, ha sido de forma diferente a como lo hicieron la última vez.

Imprescindibles han sido las mascarillas y la distancia de seguridad, y el aforo ha estado limitado a los 900 corredores. Este ha sido el máximo permitido para mantener las medidas de seguridad sanitarias.

A esto se suman que la entraba iba con código QR, que era necesario presentar el DNI y que solo quien llevaba una pulsera específica podía correr. El resto han tenido que ver los toros (en este caso el encierro) desde la barrera. Los más privilegiados o precavidos lo han visto sin salir de casa.

Para el resto de festejos taurinos, enmarcados dentro de la Feria del Alfarero de Oro y que se seguirán celebrando hasta el 12 de septiembre, los vecinos piden responsabilidad. Por el momento, agradecen que esta primera toma de contacto haya ido bien. En términos taurinos, del primer encierro post COVID-19 han salido por la puerta grande.