Como ha explicado El
Refugio, la historia de Alan comienza cuando Angélica, una chica de Béjar,
salió una tarde junto con su perro y un grupo de amigos a hacer senderismo por
una zona de caminos rurales bastante retirada de la población.
Su perro se desvió del
camino que transitaban y comenzó a ladrar cuando descubrió a un perro de raza
pastor alemán "tirado en el suelo en mitad de la nada, sin moverse bajo un
sol de justicia y con síntomas de tener problemas en sus ojos". Enseguida
detectaron que el perro estaba abandonado.
"El impacto que
sufre el grupo de jóvenes ante la posibilidad de tanta crueldad es enorme, pero
no pierden un solo segundo para ayudar a Alan, así lo llaman y se turnan para
cargarlo en brazos durante varios kilómetros, puesto que el perrillo no tiene
movilidad", explican desde la protectora.
Lo llevaron al
veterinario y allí les confirmaron la casi total ceguera de Alan, que también
presentaba una delgadez aguda y problemas en sus patas, así como alopecia y
heridas en su piel. Estos jóvenes comenzaron a solicitar ayuda de forma urgente
a distintas protectoras para su acogida y mientras, le construyeron un pequeño
refugio provisional en la parcela de un familiar, puesto que había aviso de
fuertes lluvias y carecían de otro lugar donde acogerlo.
Durante varios días lo
alimentaron y protegieron hasta que la protectora El Refugio acogió al perro y
le proporcionó la atención veterinaria necesaria en su centro de Madrid. Según
confirmaron los veterinarios de ésta, Alan está prácticamente ciego y consiguió
superar varias hospitalizaciones producidas por infecciones diversas.
Una vez recuperado
físicamente de sus afecciones, y anímicamente, "por el cariño recibido a
diario", Alan fue intervenido para extirparle los ojos, puesto que le
estaban produciendo múltiples complicaciones."Estamos muy felices de que
Alan pueda estar hoy con nosotros, significa que a pesar de haber perdido sus
ojos, ha salvado la vida", ha indicado el presidente de El Refugio, Nacho
Paunero.
Paunero ha indicado que
es "muy curioso" el comportamiento de Alan porque cuando alguien está
a su lado, "está supertranquilo porque siente que son sus ojos".
"Es un sentimiento muy especial. Sabemos que va a encontrar muy pronto una
familia que lo adopte porque lo merece más que nadie y porque llenará de
felicidad el hogar que le abra sus puertas", ha asegurado.
El Refugio acaba de
publicar un documental cuyo título es #YoSeréTusOjos, hashtag de la campaña que
también han emprendido para encontrar a la persona o familia que quiera adoptar
a Alan.
Según comenta el equipo
de la protectora, Alan es "un perro adorable, muy cariñoso, dócil,
tranquilo y despierta sentimientos profundamente especiales cuando estás con
él". Cualquier persona interesada en adoptarlo, puede hacerlo a través de
la página web de la protectora: www.elrefugio.org