Pasan los años y sigue ocurriendo. En el año 2020, millones de melones y sandías se pudrieron en el suelo al no ser recogidas. La historia se repite, pero esta vez con la lechuga. Prueba de ellos son los campos de enteros de lechugas abandonados que hay en Yecla y Jumillas, dos localidades murcianas donde sus ecologistas y alcaldes ya se han hecho eco de la situación.

Se trata de hectáreas y hectáreas donde han crecido lechugas gracias a un agua que la tierra no tiene. Las empresas hortofrutícolas que las producen a gran escala generan ese exceso que no se recoge y que, en el mejor de los casos, terminará siendo pasto de ganado. Haciendo esto, gastan al año la mitad del agua que consume Yecla al mismo tiempo que están cambiando el paisaje de la zona. "Esto eran viñedos de secano y no se regaba nada", asegura uno de los vecinos.

"Han producido para finalmente tirar. El desperdicio que hay es enorme", critica Alejandro Ortuño, de la plataforma Salvemos el Arabí. Desperdicio el que hacen con el agua. "El gasto de agua de la finca equivale a dejarse un grifo de casa abierto durante 29 años seguidos", señala Ortuño. Estas empresas se instalan allí para evitar las restricciones del campo de Cartagena que protegen al Mar Menor.

"Cuando agoten el agua y la tierra, se irán a otro sitio", augura un vecino de la zona. Hasta entonces, están terminando con la agricultura tradicional. "Un agua que podría ser repartida entre todos se ha quedado en manos de unos pocos", explica Andrea Bernabéu, presidenta de Coag Yecla.

Ortuño asegura que los políticos y las administraciones públicas están al tanto de la situación y la permiten. Por su parte, el ayuntamiento pide soluciones a la Confederación Hidrográfica del Segura y al gobierno regional. "Es una situación delicada y preocupante, pues si quebrarán los acuíferos supondría que nos quedaríamos sin la posibilidad de abastecer a la población", explica Jesús Verdú, concejal del Ayuntamiento de Yecla. La de estos campos es una gestión que hace aguas y que, poco a poco, está secando el altiplano murciano.