La Policía tailandesa ha comparecido este martes ante los medios de comunicación para informar sobre el caso de Daniel Sancho, en prisión provisional en el país asiático por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Durante la rueda de prensa, los portavoces policiales se han mostrado convencidos de que no fue un accidente, sino un asesinato premeditado. Un crimen, han indicado, por el que generalmente se pide la pena de muerte.
Los agentes creen que el joven español planeó el asesinato de Arrieta, puesto que Sancho compró el material antes de que llegase la víctima. De acuerdo con el relato policial, el ahora detenido apuñaló en la parte derecha del pecho a la víctima, que cayó y se golpeó la cabeza. Una vez muerto, le cortó en pedazos.
La camisa de Arrieta, cuya imagen han mostrado los agentes ante las cámaras de televisión, presentaba marcas de apuñalamiento y el propio Sancho, que inicialmente adujo que había sido una accidente, habría confesado que le apuñaló. Sin embargo, aún no se ha podido confirmar si la causa de la muerte fue la puñalada o el golpe en la cabeza.
Según la Policía, Sancho utilizó dos cuchillos en el crimen y tardó unas tres horas en descuartizar el cadáver. Además, se quedó una noche más en la habitación para limpiarlo todo. Los agentes encontraron 9.000 dólares en la caja fuerte, aunque se desconoce por qué Arrieta se habría llevado ese dinero.
Sancho, en quien no se encontraron drogas o alcohol, habría confesado además haberse deshecho de objetos de la víctima, que la Policía todavía no ha encontrado, al igual que no se ha hallado aún su teléfono. En cuanto al móvil tras el crimen, el presunto asesino y su víctima se habían enviado mensajes mutuamente antes, cuyo contenido la Policía ha evitado desvelar, aunque ha indicado que "Daniel ha confesado que mató a Edwin porque quería dejar la relación y Edwin no lo quería así".
El encargado de informar a los medios sobre el caso desde la comisaría de Koh Phangan ha sido el subdirector de la Policía de Tailandia, Surachate Hakparn, conocido como 'Big Joke'. Este, de acuerdo con la agencia Efe, ha dado por concluida la investigación sobre el asesinato y descuartizamiento, presuntamente cometidos el miércoles 2 de agosto, unas pesquisas que se aceleraron en parte gracias a la colaboración del español, autor confeso del crimen, y que ahora será entregadas a la Fiscalía para fijar fecha para el juicio.
De acuerdo con la citada agencia, la implicación de Surachate demuestra el alto perfil que Tailandia ha conferido a este caso, puesto que el oficial suele involucrarse en los sucesos de mayor gravedad o en los que están implicados extranjeros.