Agentes de la Policía Nacional han registrado, sin éxito, una finca colindante a la playa de Coroso, en Ribeira (A Coruña), tras la denuncia de un vecino que contó que hace un año, cuando desapareció la joven Diana Quer, creyó haber visto cómo enterraban algo en ese solar.
Fuentes de la investigación han señalado que en este rastreo hubo perros entrenados en la búsqueda de restos humanos aunque no se halló ninguna pista en relación con la joven desaparecida el pasado 22 de agosto. Las fuentes confirmaron que el vecino aportó su testimonio tras hacerse público que se había desbloqueado el teléfono de la chica, a la que se perdió el rastro en el municipio vecino de A Pobra do Caramiñal, donde veraneaba.
Los equipos de investigación de la Guardia Civil se centran en analizar el contenido del móvil de la joven que fue encontrado en el agua por una mariscadora en octubre pasado en una zona muy próxima al puerto de Taragoña (Rianxo), en la provincia de A Coruña y a unos 15 kilómetros del lugar donde desapareció Diana Quer.
El Iphone ha sido desbloqueado por una empresa en Alemania y ahora se intenta recuperar información relevante que defina la continuidad de las investigaciones en alguna de las líneas abiertas por la Guardia Civil.
Primera declaración ante el juez
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