Es el disfraz de la discordia. El concejal de fiestas de Jumilla, Antonio Valero, el pasado sábado haciendo de paso de Semana Santa, vestido de Virgen y moviéndose al ritmo de la música. Algo que para el párroco de este pueblo de Murcia es una falta de respeto hacia la iglesia.
"Que lo haga una persona con dimensión publica que representa a todos los ciudadanos. Esto es una blasfemia, una ofensa contra la Virgen María, un pecado mortal, que lo sepa que es mortal, se lo digo yo", asegura el párroco de la iglesia, Joaquín Hernández. La diócesis de Cartagena apoya las palabras del cura asegurando que en Carnaval no todo vale.
El edil de la localidad, del PP, y el aludido, Antonio Valero, no han tardado en pedir perdón. "Pido disculpas a aquellas personas que se han podido sentir ofendidas con el disfraz, no era la intención". Sin embargo, el párroco considera que el concejal debe dimitir de sus responsabilidades o ser cesado por el alcalde.
Pero ni dimite ni ha sido destituido. De momento, su polémico disfraz le ha costado su puesto como representante municipal en la Junta de Hermandades del pueblo, cargo que ha puesto a disposición de su alcalde.