Feliciana tiene mordiscos por todo el cuerpo desde hace cinco días. "Cuatro fieras que ya se abalanzaron sobre mí, uno me cogió por una pierna y empezó a tirar", recuerda. Sus gritos desesperados alertaron a la dueña de los perros que acudió para intentar separarles. "Gracias a ellas no me mataron, intentó quitarlos pero al ser cuatro era imposible", cuenta la víctima.

Intentó defenderse con un palo, pero finalmente los cuatro perros la derribaron. Le cogieron por la cara y por culpa de eso ahora no puede comer. Fue entonces cuando, a sus 70 añ0s, pensó que iba a perder la vida. "Decía que me iban a matar y no veía nada. La sangre chorreaba por todos los sitios", señala.

Los vecinos aseguran que viven con miedo desde hace tiempo porque no es el primer ataque. "Mi mujer ya no sale de casa y no quiere pasear", asegura un vecino de la zona. Los perros, tres pitbull y otro de raza no peligrosa, continúan en la finca de momento.