Minutos antes de hacerse pública oficialmente la noticia, en la vivienda donde estaban acogidos desde hace varios días los padres del pequeño Julen se han vivido momentos de tensión y se han escuchado gritos de "¡otra vez no!, ¡otra vez no!", posiblemente en referencia al otro hijo, de tres años, hermano mayor de Julen, que la pareja perdió hace pocos años.

Tras la localización del cuerpo, se ha activado la comisión judicial para investigar lo sucedido. Julen pasó más de 12 días en un frío agujero de 25 centímetros en medio del campo, a más de 70 metros de profundidad, mientras más de 300 personas se afanaban afuera en horadar la roca y la tierra que lo mantenían atrapado. En algunos tramos la roca es cuarcita, una de las más duras, con una resistencia de 7, en una escala de 10.

La operación para rescatarle se consideraba la más compleja que se ha acometido en España, ya que decenas de máquinas, perforadoras y excavadoras han removido cerca de 83.000 metros cúbicos de tierra para excavar un pozo paralelo que llegase hasta el pequeño.