Cuando ocurrió esta desagradable historia, el joven tenía 12 años. Fue la madre de la pequeña quien demostró las pruebas en el juicio celebrado en East Sussex, un condado en el sureste de Inglaterra, después de que la niña le explicase dónde y cómo había sido violada por su hermanastro.

La madre contó como su hija le confesó que pasó mientras jugaban al escondite. "Ella dijo que no le gustaba y que no quería hacerlo", dijo la madre durante el juicio, según el diario Metro.

La madre, tras consolarla, intentó que le diera más detalles de lo sucedido. La pequeña no había dicho nada porque su hermanastro la amenazó para que no hablara y aprovechaba su debilidad por los caramelos 'Skittles' para sobornarla.

El joven lo niega todo, pero la pequeña sostiene que pasó miles de veces. "Ella no sabe bien lo que son mil veces, pero significa muchos", explica la progenitora. El juicio continuará en agosto con nuevos alegatos.