El niño llegó el jueves a Urgencias del Hospital de Olot, aunque los síntomas habían empezado el 25 de mayo -tenía cefalea, fiebre y dificultades para tragar-, y no hasta el viernes que le hicieron pruebas específicas, según especifica una alerta sanitaria sobre el caso emitida el lunes por el Ministerio de Sanidad.
Los resultados de las pruebas no llegaron hasta el sábado y confirmaron que el pequeño estaba afectado por la bacteria de la difteria, una enfermedad que no se detectaba en España desde 1987.
El mismo día, el niño fue trasladado a la UCI pediátrica del Vall d'Hebron, donde este martes sigue ingresado en estado grave, intubado y con ventilación asistida.
Según el informe del Ministerio, desde el domingo el niño recibe un tratamiento con antitoxina diftérica que ha llegado de Francia.
Asimismo, se están localizando todas las personas que han estado en contacto con el niño y proporcionando las medidas de profilaxis y vacunaciones indicadas.
EL NIÑO NO ESTABA VACUNADO DE UNA ENFERMEDAD QUE PUEDE SER MORTAL