Marta Soria es una joven de 27 años que murió en un
accidente de tráfico en 2016 debido al adelantamiento de un coche que chocó
frontalmente con su vehículo. El conductor circulaba de noche a 160 kilómetros
por hora en una vía donde la velocidad estaba limitada a 90. Desde entonces sus
padres iniciaron una lucha: aseguraban que su hija murió a causa de un asesinato.
Carles Soria, padre de Marta, denunció entonces que en el
momento del accidente los dos coches con los que se cruzó la joven estaban
realizando una carrera ilegal y que ambos conductores contaban con numerosos
antecedentes por exceso de velocidad. "Violencia vial", lo llamó. Su caso fue
uno de los ejemplos que se usó para endurecer las penas por delitos de tráfico
en el Código Penal.
Ahora, tras casi cuatro años de batalla de la familia, un
juez de Lleida ha ordenado el ingreso en prisión de Sorin Ionut, el conductor
que mató a la joven en octubre de 2016. "Hoy hay alguien en el cielo que
descansa más tranquila", han sido las primeras palabras de su padre, según
desvela 'La Vanguardia'.
Lo cierto es que el acusado se ha ganado el ingreso en
prisión a pulso: no pudo ser localizado para notificarle la acusación de la
Fiscalía y el proceso quedó paralizado hasta que una orden de búsqueda y
captura hizo que la Policía italiana lo localizara cuando estaba a punto de
fugarse desde ese país a Rumanía.
Él aseguró este lunes que se dirigía a ese país para cerrar
un negocio y buscar algunas pertenencias, una versión que no convenció al juez.
Ahora los padres de la joven dormirán más tranquilos: "Ese individuo no podrá
volver a desaparecer y tendrá que rendir cuentas con la justicia". La acusación
particular pide 15 años de cárcel para Sorin Ionut por homicidio.