Proteger a los menores de la pornografía es el reto del Gobierno. Antes del verano, busca instaurar un sistema de verificación de edad que desarrolla la Fábrica de Moneda y Timbre. La dificultad está en lograr un equilibrio entre la protección de los menores y el derecho a la privacidad de todos los usuarios.

Según el barómetro de laSexta, el 89% de los encuestados se muestran preocupados por el consumo de los menores de contenidos pornográficos en Internet. El acceso a estos contenidos, en la mayoría de casos, escapa al control de los padres.

Por ello, el Gobierno ha anunciado un sistema de verificación de edad para proteger a los menores, una medida que comparten el 86% de los encuestados, pero, también, entre los profesionales.

"Empiezan a consumir para aprender cómo es un encuentro sexual a modo de curiosidad. La manera en la que estamos aprendiendo no es la correcta", comenta la psicóloga y sexóloga Agustina Orsi. "Cuando establecemos una ley institucional que nos prohibe el acceso, el menor va a entender que no tiene la madurez para ver", explica Marc Masip, CEO de Desconecta.

Meta, investigada por no proteger a los menores

Mientras tanto, hemos conocido que el fiscal general de Nuevo México, Raúl Torrez, ha demandado a Meta, la empresa de Mark Zuckerberg, por no proteger a los menores. Tras la revelación de documentos internos de la compañía, se ha conocido que alrededor de 100.000 niños son víctimas de acoso sexual cada día a través de Instagram y Facebook.

Ya en octubre de 2023, los fiscales de 33 estados acusaron a Meta de incluir funciones expresas para enganchar a los niños, agudizando así procesos de depresión, ansiedad y trastornos alimentarios. Ahora, el propio fiscal de Nuevo México define a la plataforma de Zuckerbrg como un lugar privilegiado para que los depredadores intercambien pornografía infantil y soliciten sexo a menores.

Investigadores de la fiscalia llegaron a crear cuentas señuelo de niños menores de 15 años y comprobaron que recibían imágenes de sexo explícito incluso cuando no mostraban interés por ellas, disparando así todas las alarmas.