Con un arnés en el pecho y tirándo de ellos desde un helícóptero: así tuvieron que evacuar uno a uno hasta a 500 pasajeros del crucero a la deriva en aguas noruegas este fin de semana.

"Lo que más miedo daba era que podías oír al helicóptero pero no lo podías ver", aseguraba uno de los hombres rescatados.

Con ello finalizaba el calvario y el pánico que habían vivido dentro del barco, donde olas de hasta 15 metros y las turbulencias habían provocado momentos de "puro terror", tal y cómo relataba otra de las mujeres afectadas.

Un susto por el que muchos creyeron que no sobrevivirían. "Pensé que me iba a morir con mi madre en el Mar del Norte. Ella me arrastró hasta esta aventura", ha relatado la mujer rescatada.

Una aventura de la que, por suerte, todos los pasajeros han podido salir con vida.