Ante la jueza Rosa cuenta que vio a Albert con un hacha impregnada de sangre y que él mismo le confesó el crimen: "Escuché una explosión muy fuerte y luego lo vi a él que venía. Olía a quemado. Tapándose con una braga, con guantes de jardinería y el hacha llena de sangre, con salpicaduras de sangre en la cara. Pregunté qué es lo que había pasado y me dijo que lo había matado".
Además asegura que Albert le amenazó con hacer daño a sus hijas si no colaboraba y hacía todo lo que le pedía: "Más te vale que te pongas a limpiar o subo a por tus hijas. Te doy el teléfono de Pedro y a partir de ahora vas a hacer lo que yo te diga. Vas a coger y vas a hacer vida normal, como si Pedro contestara a los mensajes".
Nada que ver con la versión de Albert. Cuenta que fue Rosa quien llegó con el cuerpo de la víctima en el maletero del coche y le prendió fuego: "Me abrió el maletero y tenía el cuerpo dentro. Yo estaba delante pero fue ella. Le echó la gasolina y empezó a arder".
Justifica que no la delató porque ella sabía cómo manipularle: "Que tenía que haber denunciado pero me pudo el chantaje emocional que me hizo". Es la primera vez que les vemos en el banquillo ante la jueza. Desde mayo de 2017, los dos están en prisión provisional