Si miramos las cifras del informe que ha publicado la OCDE y las comparamos con las de la Unión Europea, un alumno español de secundaria pasa en clase 1.054 horas al año, mientras que la media de Europa es de 892.

Pese a ello, estamos por detrás en nivel académico de países como Alemania y Francia. Para el Gobierno, hay que plantearse el currículo y la metodología. "¿Cómo empleamos las horas? ¿Estamos sacando el mejor rendimiento?", ha planteado el secretario de Estado de Educación en funciones, Alejandro Tiana.

Si tomamos como referencia el país con mejores resultados académicos en los informes PISA, Finlandia, nuestros alumnos estudian 246 horas más al año pero en materias cómo Ciencias estamos decenas de puestos más abajo en los rankings.

Para algunos profesores, el problema es que el sistema está demasiado cargado de materias. "Troncales, libre configuración autonómica, las optativas...", enumera Nicolás Fernández, presidente de la Asociación Nacional de Profesores. "Una dispersión curricular tan grande hace que quizá se pierda eficacia en los contenidos", indica.

Las asociaciones de padres insisten en que las materias están desactualizadas. "El docente asiste a clase, da una charla y el alumno se queda en el pupitre sentado escuchando algo que a lo mejor no le interesa para nada", critica Camilo Jené, portavoz de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres.

Reivindican que sus hijos deberían aprender materias actualizadas al futuro laboral que les espera.