Takwa lleva una semana sin poder ir a clase. Se matriculó en un grado de Turismo en un instituto público de Valencia, pero el reglamento votado por el claustro prohíbe la asistencia al centro con la cabeza cubierta. "Te lo comparan con una gorra, un complemento que te pones en cierto momento y que te lo quitas en otro, pero el pañuelo es un modo de vida".
Por eso Takwa cree que se la están discrminando por su convicción religiosa, algo que comparten las asociaciones contra el racismo. "Lo que molesta del pañuelo es lo que significa, es la diferencia de otro, es la otra identidad cultural. Estamos hablando de la paranoia islamófoba que se está extendiendo, estamos hablando de xenofobia".
La dirección del centro, en declaraciones a 'El País', lo niega. Aseguran que es una norma razonable que la alumna aceptó al matricularse, y que no se pueden hacer excepciones. Pero la Comunidad Valenciana cree que el reglamento no está pensado para el hiyab e insiste que debe respetarse la diversidad.
"No quiero que nunca nadie, y menos las mujeres, tengan que ponerse algo que no quieren. Pero tampoco quiero que a ninguna mujer se la obligue a quitarse algo, hablo del pañuelo, que no quiera quitarse", asegura la vicepresidenta de la Geniralitat Valenciana, Mónica Oltra. De momento, la opción que se baraja es que Takwa tenga que cambiarse de instituto.
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