La víctima no se
resistió físicamente pero no paró de llorar, dijo que no y pidió que pararan.
Por eso desde la Fiscalía de Lleida, con la que ha hablado laSexta, recurren la
sentencia y quieren probar que sí hubo intimidación: "Los dos acusados provocaron
a propósito una situación intimidatoria para dejar noqueada a su víctima".
Pero el tribunal no
considera que esto sea intimidación o violencia. Es el matiz por el que esos
dos hombres fueron condenados por abuso y no por agresión sexual, y así lo
plasma la sentencia: "Ella lloraba y les decía que no, aunque no supo
enfrentarse a tal situación y no fue capaz de expresar su negativa de forma
física".
"Si la denunciante dice que no ha habido intimidación, solo puede juzgarse como abuso", señala Agustín Martínez, abogado de los condenados y también abogado de 'La Manada'.
El tribunal sí da
veracidad a la versión de la víctima: tras ser violada por los jóvenes en un
callejón acabó vomitando tras verse obligada a realizar una felación, una clara
actitud intimidatoria según la Fiscalía: "Que se estudie si pudo haber uso de
fuerza o violencia cuando la joven tuvo que arrodillarse delante de uno de los
condenados".
Si no consigue que se
considere agresión, la Fiscalía pide que se endurezca la pena por abusos: que
no sean condenados a cuatro años y medio, sino a siete años de prisión.