"Se cambiaban todas las que se podían. Mientras se sustituían los ataúdes, los cadáveres se dejaban en otras cajas que se compraban, que no valían nada. Que eran de aglomerado. Y lo sabía todo el mundo", ha declarado el extrabajador de la funeraria que amenazó al dueño con sacar todo a la luz, según publica 'Espejo Público'.

Se trata de una versión que se contradice a la que da en la sala el dueño de la funeraria. Dice que todo viene porque este exempleado le chantajeó en su día con denunciarle si no le pagaba el dinero que pedía por su jubilación. "Dijo que me iba a denunciar a la Fiscalía", declara.

"No lo entiendo. Si no merece ni la pena. Si un ataúd me está costando ahora mismo 100 euros, ¿Para qué quiero yo el ataúd luego?", sostiene.

La Policía maneja varias libretas manuscritas y anotaciones del extrabajador, que detallan que se realizaba un intercambio de cajas y de cenizas. El dueño de la funeraria y su hijo permanecen en prisión acusados de engañar a las familias sobre sus difuntos desde 1995.