El Grupo funerario 'El Salvador', acusado de cambiar féretros ya comprados por otros más baratos antes de incinerar, supuestamente usó sólo las tapas de los ataúdes para introducir algunos de los cadáveres en el horno crematorio.

La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha desvelado esa forma de actuar tras reunirse con el presidente de la Unión de Consumidores (UCE) de Castilla y León, Prudencio Prieto, una organización que se personará en los tribunales "por lo civil y por lo criminal".

La investigación del caso sigue abierta, ha explicado el comisario provincial de Valladolid, Juan José Campesino, quien ha detallado cómo los supuestos autores usaban a veces féretros "normales", los adquiridos por los familiares de los difuntos, otras de "malísima calidad" y en otros supuestos "ataúdes incompletos" para la cremación.

Las indagaciones abarcan 20 años y además del dueño de la funeraria y el gerente, que se encuentran presos, la investigación incluye a otras 13 personas, que fueron arrestadas y después puestas en libertad con cargos y que son familiares del propietario y trabajadores.

Los investigados al parecer formaban parte de una organización criminal que utilizaba féretros de "ínfima" calidad para las cremaciones, en lugar de los pagados por los allegados de los fallecidos.

Acerca de cuántos cuerpos pudo albergar en distintos momentos un mismo féretro, reutilizado, el comisario ha concretado que si el ataúd se encontraba en mal estado, si se deterioraba, lo incineraban mientras otras veces, lo usaban alguna vez más, dependía de cada caso.