El hombre de 31 años detenido como presunto autor de la muerte a cuchilladas de la joven Erika, una adolescente de 14 años, en el edificio en el que ambos residían en Oviedo cuenta con antecedentes por agresión sexual.

Aún se desconoce cuándo pasará a disposición judicial el detenido, que fue arrestado ayer en su piso poco después de cometer el crimen, dado que sigue ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para ser atendido de las lesiones que se habría autoinfligido, aunque su estado ya no reviste gravedad.

Llevaba apenas tres semanas residiendo en un piso de la primera planta del número 69 de la calle Vázquez de Mella, en el barrio ovetense de Vallobín, donde Erika vivía con su familia, de origen ecuatoriano pero residente en España desde hace décadas, en otra vivienda de la cuarta planta.

El crimen, que hoy ha movilizado a la sociedad asturiana para expresar su repulsa, fue cometido cuando la joven regresaba del instituto para comer con su familia que, según relataron algunos vecinos, se alarmó cuando Erika no subió a la vivienda tras haber llamado al telefonillo desde el portal para acceder al inmueble.

Fue uno de los hermanos de Erika el que, al bajar a buscarla, se encontró en el rellano con un reguero de sangre que conducía hacia el interior de un piso de la primera planta, el del ahora detenido.

Tras dar la voz de alarma, varias patrullas de la Policía Nacional se personaron en el lugar para tratar de acceder a la vivienda, a la que los agentes entraron desde el patio interior, según relataron algunos testigos, y hallaron en su interior a la joven tendida en el suelo con varias heridas de arma blanca y también al presunto autor del crimen.

El joven fue detenido en el mismo lugar como presunto autor de un delito de homicidio y posteriormente trasladado al centro hospitalario para ser atendido de varias heridas que al parecer se habría provocado él mismo tras cometer el crimen.

Por su parte, el cuerpo de la joven presentaba varias heridas de arma blanca, algunas de ellas de carácter defensivo, según han apuntado fuentes cercanas a la investigación.

La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, ha afirmado que los investigadores ya cuentan con "pruebas suficientes" para resolver un crimen "tan abominable".

Losa ha asegurado que la investigación avanza con "celeridad suprema" porque la Policía Nacional tiene "un empeño especial" en resolver el crimen lo más pronto posible y ha insistido en que hay "pruebas suficientes" para que la investigación "no se vea entorpecida" y que "más pronto que tarde se tenga el resultado final que permita que este vil asesino pague su culpa".

La delegada del Gobierno hacía estas declaraciones en una concentración silenciosa convocada en señal de repulsa por el Ayuntamiento de Oviedo, que ha congregado a decenas de vecinos de Oviedo, integrantes de la corporación local, trabajadores municipales y diputados del parlamento asturiano, donde hoy también se han repetido las muestras de dolor y condena.

Entre los asistentes a la concentración estaban el jefe del Ejecutivo asturiano, Adrián Barbón; el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, y el presidente del parlamento asturiano, Marcelino Marcos Líndez, que hizo un receso en el pleno que se celebraba este miércoles para que los parlamentarios pudieran unirse a la concentración.

Tras admitir que ayer se quedó en "shock" al conocer el crimen, Barbón ha confiado en que "la investigación vaya a todo ritmo, que se enjuicie al culpable y que la condena sea la mayor posible dentro del limite que establece la ley. En términos similares se pronunciaba el regidor de la capital asturiana al expresar su "profunda tristeza" y pedír que sobre el culpable caiga "todo el peso de la ley".